A destacar, junto con mis incondicionales amigos de Madrid y mi ya íntimo amigo del vaso (eso si que es arte, Salvaje!) y el programador de ABAP/4, un fichaje nuevo: un señor de los fogones, un mago de las especias, un experto en carnes (de todo tipo...!) y pescados (también de todo tipo!).
Un tío que lo mismo te da una receta magistral para las carnes de jabalí (hay que tenerlas una semana en la nevera para que la carne afloje y se ponga dulce), como te habla de la SAL DE MALDON (alguien la conoce???), como que te habla de la teoría del gato vivo/muerto de física cuántica o de la caída del Imperio Romano ... toda una caja de sorpresas. Mi admiración vaya por delante y reconocida aquí, públicamente. Premio especial del jurado al "Personaje Revelador de la Semana"... ah! y que sepas que me debes un post aqui!
Mención especial también a la recuperación de una de las tradiciones más españolas que tenemos en nuestra cultura: LA SIESTA. Los que me conocen saben que nunca fuí amiga de ella. En verano todo el mundo dormía la siesta en mi casa ... pero no una cebazadita de media hora, nooo! En mi casa todo el mundo se echaba la típica siesta de "pijama y orinal"... y yo me aburría ... aprendí a odiar la programación de sobremesa gracias a mi familia. Y lo que es peor: me vi abocada a sumergirme en el oscuro y tenebroso mundo de los culebrones!!!
Pero tampoco podía dormir la siesta! En parte porque siempre me levantarba tarde y no tenía sueño. En parte porque el calor veraniego hace que mi cuerpo se pegue a las sábanas y esa sensación siempre he ha parecido extremadamente incómoda (nunca entenderé esa explosión demográfica anual durante la primavera debida a la llamada "siesta sexual española"...). Y en parte porque, las veces que me he quedado dormida, siempre me he despertado de muy mala leche.


Como cada dia de este largo fin de semana, allá sobre las 18:00, al levantarme de la cama por segunda vez, comienza un nuevo día. Una nueva ducha, por fin un desayuno. Ya te lo dije, llevo el horario de Metrópolis. Desde que me llevaste un día volando hasta alli, sufro ese Jet Lack y vivo aún con la diferencia horaria metida en el cuerpo.
A ver cómo afronto yo ahora mi semana??? La última antes de mi vuelo de vuelta al paraíso, a Metrópolis. Necerito llenarme de energía, cargar mis baterias. Y si no me traes nunca la criptonita que te pido, tendré que ir yo a por ella. Como era aquello de Mahoma y la montanya???
En fin, manyana prometo un relato políaco ... una historia de esas del programa de Ana Rosa ... con corazón y todo !
Puesssss, me temo que tengo malas noticias para ti jijiji aunque siempre puedes decirle a tu chúperman que te transmita una estela de alguno de sus superpoderes, como el manejo del concepto tiempo. Así podrías ralentizar la media horita para que te supiese más rica.
¿O acaso no crees que es más rica cuanto más larga sea? pregunto yo, fríamente...
;)