jueves, 23 de agosto de 2007
Un tiempo para todo

Se apaga poco a poco. Cada vez que vengo veo a mi abuella más apagadilla. Es poco más que un mueble, que a veces la ponemos en el pasillo, a veces en la cocina, a veces sentada en el sillón con la ventana abierta para que vea pasar los coches y repita una y otra vez "pasan muchos coches pa´rriba" ... aunque cada vez la dice menos.


Lo único que le alegra es tener a un niño al lado. Cuando viene mi sobrino - su biznieto, al que ella no reconoce como tal sino como el hijo de algún extraño que viene de visita - no deja de asombrarse, como si fuera la primera vez que lo ve, reacción idéntica a la que tiene con el 99 por cierto de la gente. Con todos menos con mis padres, que son los que conviven con ella cada dia. Soprendentemente, aunque yo soy de mis hermanos la que la ve con menor frecuencia, de mí si que se acuerda de vez en cuando. Y es que mi madre dice que siempre fui su preferida, aunque no sé hasta que punto será verdad.



Me da penita, pero lo cierto es que a mi abuela ya hace mucho tiempo que le llegó su hora, y todo el tiempo que esté viva ahora es tiempo sólo de sufrimiento para ella (cada vez está peor física y psicológicamente) y para los que la rodean - sobre todo para mi madre. Hoy me voy de Madrid y algo me dice en mi interior que es muy probable que sea la última vez que la vea y me da mucho coraje.



Será duro, pero estoy esperando el dia en que mi madre me llame para comunicarme la "terrible noticia", aunque la verdad es que yo la estoy esperando como agua de Mayo. Es un conflicto de sentimientos; a veces me siento mal por desear que mi abuela se muera. Pero creo que, como decía la canción, hay un tiempo para todo, y eso incluye "a time to die".



 
posted by Rita Peich at 8/23/2007 12:50:00 p. m. | Permalink | 4 comments