Durante su visita a Munich, mi amigo el Osezno (en colaboración con la e-Mula) nos dejó un surtido menú desgustación de sus preferencias musicales. Había de todo, la mayoría conocido por ésta que suscribe pero también algunas novedades con caracter social-racial y un marcado tono mexicano (le sale el barrio de vez en cuando, no lo puede evitar). Una de estas "joyitas musicales" a las que me refiero era una canción que creo que se llama "TRES VECES TE ENGAÑÉ", perpetrada por una tal "Paquita la del Barrio" (... hay que tener valor ....). El estribillo reza:
Tres veces te engañé
Tres veces te engañé
Tres veces te engañé
La primera por coraje
La segunda por capricho
La tercera por plasssser ...
Pues eso, que la cantinela se instaló en mi oido y empezó a darme la plasta durante unos cuantos días, durante los cuales me pasó una cosa muy interesate: no es que me engañaran tres veces (al menos que yo me haya dado cuenta, porque a mí es sumamente fácil colármela), pero sí que han intentado tres veces atropellarme con la bici.

- La Segunda fue pocos dias después, yendo también a la oficina. Cruzaba yo una calle de relativamente mucho tráfico. Al ponerse en verde, eché a andar confiando en que aquella furgoneta blanca que pretendía incorporarse, frenara a tiempo ... Bien, pues no lo hizo! Aunque si con el tiempo suficiente como para no llegar a tocarme. Después de ponerle cara de asesina me dí cuenta de que el conductor era el guitarra de un grupo de un conocido, a cuyos conciertos hemos ido alguna vez. Este chico es super majo y en una noche de borrachera hace ya muchos meses, recuerdo que no me hubiera importado nada llegar a conocernos un poco más en profundidad. Por supuesto, él no me reconoció y siguió su camino después de un gesto de disculpa
- La Tercera fue precisamente anoche. Salía de la oficina e iba con mi amiga María en la bici a un centro comercial cercano. Ya era de noche y la verdad es que he de reconocer que se me había olvidado poner las luces. A la salida de uno de los parkings de la empresa casi me lleva por delante un Jaguar ... que reconocí perteneciente al antiguo gerente de mi departamento, uno al que precisamente no tenía yo en demasiada gracia. Así que con éste no me imaginé un final feliz a partir de un atropello.

Conclusiones:
- Las bicicletas son para el verano (en otoño son peligrosas)
- No conviene mezclar las churras con las merinas.
- Precaución, amigo conductor, la senda es peligrosaaaaa.
- Osezno, cuando vuelvas a "enriquecer" mi colección musical con exotismos varios, procura que sea algo más alegre :-)