
Aún rodeado de millones de personas, coches, perros, carteles luminosos y bits de información a su alrededor ... a él todo le suena a chino. No se entera de nada porque no le interesa. Vive en su pequeño planeta, en un universo paralelo, ... en el que sí hay TV pero no llega la señal de la antena. Debió de mudarse allí cuando era pequeño, porque sorprendentemente se sabe de memoria todos los personajes de Heidi (incluído el nombre de sus cuatro cabras), lo cual me hace pensar que hubo un tiempo en el que tuvo contacto con los humanos, al menos con ellos, los otros.

Yo le cuento historias completamente absurdas y él me escucha sonriente. Creo que está loco, pero no me importa. Él también me cuenta historias increíbles algunas noches ... pero lo peor de todo es que no son historias de “buenas noches” sino que a veces son hasta de “buenos mediodías”! Pero es que una vez que abrimos la caja de Pandora, es difícil volver a cerrarla. Subir y bajar. Abrir y cerrar...
- Abrimos a duras penas una botella de CocaCola y cerramos las persianas del dormitorio para no entre la luz
- Abrimos el tarro de la miel y las esencias y cerramos el IKEA para una noche los dos solos
- Abrimos las piernas y cerramos los ojos
Hoy hemos salido de la casita azul durante un rato y me ha llevado de excursión a recorrer su pequeño planeta, de la que me ha declarado “Reina por un Dia”. Me ha comprado una tiara de diamantes en una tienda de TODO A CIEN y me ha llevado a recorrer su reino. Me hubiera gustado saludar a todos los súbditos con la mano derecha en forma de barca, tal y como llevo años ensañando, pero en su pequeño planeta no hay gente. Acaso un cocinero argentino que de vez en cuando dice aquello de “yo pasaba por alli”. Aún así, ha sido maravilloso, porque como futura reina (si quiera por un dia) fuimos a IKEA – el lugar más romántico de mi mundo – y compré los algunos elementos de orografía para personalizar el sencillo planeta. Esta será mi dote y mi regalo a él:
- Un heiser y un volcán del que sale lava roja ardiente
- El terreno volcánico que lo rodea, con sus construcciones imposibles
- Una catarata altísima que desemboca en un gran lago
- Dos montañas resbaladizas y cumbres escarpadas
- Un gran cañón hondo y profundo entre ambas, para hacer noche
- Un desierto de dunas de arena blanca
- Un oasis rufugio donde resguardarse de las tormentas de arena en la noche
- Una selva cálida y húmeda, de vegetación abundante
- Una laguna de aguas frescas y cristalinas para acicalarte y beber
- Una gruta misteriosa y profunda, donde se esconden los secretos de la vida
... y como fuí una estupenda clienta, me regalaron una lamparita amarilla en forma de media luna y luz ténue que ilumine nuestra luna de miel y nos guie en nuestro viaje
Espero que le hayan gustado mis regalos, ahora a ver dónde coloco tantas cosas en un espacio tan pequeño... Pero es que cuando fuimos a IKEA, me sentí tan dichosa, que no podía dejar de echar cosas en esas inmensas bolsas azules que te ponen en la puerta para que piques. Encima le hice cargar las bolsas durante toda la noche, con lo que pensan! Así tiene la espalda de cargada, mi pobre Principito. Tendré que darle un masajito cualquiera de estas noches en la Casita de los Pitufos, aún a sabiendas que siempre le genera una erección! :-O
