At 12/11/2006 8:28 p. m., JOHNNY INGLE
Yo te aconsejo que sigas viviendo en Matrix. El cerebro no distingue la realidad de los sueños o las fantasías.
Seguro que para que le salga voz sexy cubre el micro del teléfono con un pañuelo de seda, y se mete la cabeza en una olla de las grandes, para que retumbe y suene cavernosa.
A mí una vez una no me quería decir el nombre y me sentó muy mal. Es que se dedicaba a la política, y los políticos están un poco neurasténicos con descubrir su identidad: no sea que les llame un Juez a declarar.
Rita,
Es verdad que hablo con una olla enorme por montera y con un pañuelo de seda salvaje en la "muy" para modular mi voz, darle gravedad y un punto pastoso tipo del Olmo, y así encumbrar mi vanidad, pero se me hace de un incómodo pasar los arcos de seguridad en los aeropuertos qeu no veas: es que Rita y yo hablamos mucho cuando viajo. Así que acepto sugerencias mr.ingle.
Pequeño detalle, que te dejas en el tintero, es que nunca te he mentido en nada, querida Rita, excepto en lo que motiva tu post. Y así te lo he dicho, a sabiendas de reprimenda segura, pero no por la red coño, que el escarnio público pasó a mejor vida. Además también olvidas que para mí no es algo importante, en absoluto. Lo importante sabes que te lo digo, que te lo canto, que te lo silbo, con la complicidad del adolescente, con la sonrisa contenida, con ilusión de niño. No digas que no sabes nada de mí que me duele. Ningunear mis confidencias es enterrarme en la miseria del hombre del traje gris, con permiso del plasta de sabina.
El anonimato me permite acercarme a ti sin miedos, porque soy muy miedoso, como ya sabes. A la par de mi vanidad corren mis temores, pero me ayudas a superarlos. Y, no seamos cínicos, el mundillo de los blogs no es especialmente el de la transparencia, y del acceso directo a los contertulios: "rriiinnng, rrrinnnggg, oye, que lei tu blog, que muy bien, que me gustó mucho,...". Así que no me castigues por ser como los demás; porque yo soy muy como los demás no como falinda.
Un beso,
Carlos...
At 12/14/2006 11:17 a. m., Rita Peich
Noooo .... pobrecito Carlos (o XXX) ... que no, que no me voy a enfadar con él, aunque él ya sabe lo que opino del tema.
Ni le voy a partir las piernas ni le voy a dejar de hablar (no al menos hasta que me explique aquello de la balanza de pagos y yo a él lo de la física relativista)
Eso si, la cena te saldrá cara, jajaja
... por cierto, que cuando habla conmigo por teléfono no es pedante ... debe ser que aquí, como no tiene la "tensión del directo", se curra las frases en la web de la RAE y tira del Wikipedia que da gusto, jejeje
At 12/16/2006 4:13 p. m., Rita Peich
Bueno, pues si ya se sabe quién es no es necesario que de a conocer su blog, que además después se le pone el culo gordo, aunque me ha dicho que se ha reído mucho con la lapidación pública a la que le he sometido en esta plaza que es m blog ...
En fin, que creo que el tema no da para más. Así que voy a dejar de escribir sobre él, que en el fondo no se lo merece y ahora se le ha metido en la cabeza que me estoy colgando por él y lo mismo no quiere hacerme sufrir .... "qué más quisiera el gato que lamer el plato..."
Rita cuando no hacemos pajas mentales y estan son equivicadas en realidad acabamos diciendo "qué más quisiera el gato que lamer el plato...". Parece que el rencor te hace escribir frases defensivas.
Con la nueva reforma del codigo de refranes yo creo que realmente tendrias que decir "que más quisiera el Carlos que comerme el Tigre" o "que más quisiera que el Carlos me comiera el Tigre".
At 12/16/2006 5:00 p. m., Rita Peich
Anonadada ... me das dejado sin palabras (pero me estoy partiendo de risa)
Que el Carlos me quisiera comer el tigre??? Pues no lo creo, la verdad, está de un soso últimamenteeeee
Eh, que de rencor nada, porque en tal caso le hubiera partido las piernas directamente y punto. Por cierto, lo de la discriminación a ver si me lo explicas, que me has dejado a bolos
At 12/21/2006 6:26 p. m., Absurdo Rutinario
¿Por qué abandonar el anonimato? ¿renunciar a los apodos por una voz?
Si al menos fuera para ponerle un rostro, un gesto, una caricia, un abrazo real, entonces valdría la pena perder el anonimato. pero si no pues.....
Pero nunca hay que desconfiar de este tipo de inicios. Pueden Llevar toda una nueva historia a cuestas.
Tengo que pensar si me enfado... Eso es un indicio de que no creo que lo hagas. Además, tampoco creo que lo merezca por el tipo de relación que tenéis.
Ahora, eso sí, cuidado con creerle demasiado.
Besos, guapa!